YE – Vaciar bien para llenar mejor

En la quinta lección del libro «La respiration» de Roger Clerc, nos dice: «Vaciar bien para llenar mejor«. Dicho de otra manera: toda respiración empieza por una espiración.

El ejercicio de la lección consiste en realizar una espiración activa, vaciar el contenido residual de nuestros pulmones activando nuestros músculos abdominales, para a continuación, relajar los músculos y observar una inspiración pasiva. El volumen respiratorio aumenta además de conseguir una mejor irrigación de los órganos abdominales. Repetir este ejercicio varias veces dentro de nuestros límites (sin voluntarismo), contribuye a nuestra relajación.

Este ejercicio, en apariencia tan simple, me parece muy significativo cuando lo aplicamos a nuestra mente: ideas, creencias, emociones, conductas, etc… Primero hay que hacer un hueco y luego ya podremos introducir algo nuevo.»No se puede llenar una copa que ya está llena«, le decían los Omaticaya a Jake Sully en la película AVATAR, (para que luego digamos del cine americano).

Copa llena

En la naturaleza no existen los espacios vacíos, cuando se crea alguno, enseguida es nuevamente rellenado. Cuando se produce un desequilibrio, todo el sistema busca un nuevo equilibrio.

Exactamente lo mismo ocurre con nuestra mente. En PNL decimos que no se puede eliminar o insertar una nueva creencia en una persona. Para conseguir un cambio a este nivel, es necesario plantearse una sustitución, reemplazar algo existente por algo nuevo. Esto nos obliga a analizar qué es lo que queremos cambiar y a indagar en las razones del cambio, el propósito del mismo.

A un nivel más básico, cuando nos proponemos insertar una rutina en nuestro día a día, que es lo que invitamos a hacer desde ARIMAKODE (Rutinas útiles), primeramente tenemos que pensar en dónde la queremos insertar, qué es lo que vamos a dejar de hacer. No debemos de olvidar que todo lo que hacemos tiene una razón de ser y no puede ser cambiado sin más.

El día lo tenemos lleno de ocupaciones, voluntarias o no, y si existe un hueco, ya nos encargamos de llenarlo nosotros mismos. Cambiar lo viejo por lo nuevo requiere que previamente vaciemos nuestra «copa», que espiremos de forma activa. Por eso es tan valioso el ejercicio que os describo al inicio del post.

Yo os invito a practicarlo conscientemente con todas sus implicaciones físicas y mentales,  «Bien vider pour bien remplir«.

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