SK – La postura del feto

Dentro de la Semana Kode, os propongo esta postura para el lunes por la noche. Es la postura del feto (o plegaria musulmán).

Aparece dentro del libro «Yoga de la Energía» de Roger Clerc como postura obligatoria anterior a cualquier sesión. Yo siguiendo su consejo la practico por la noche, a veces sola sin más, a veces como preparación a la serie que la sucede. Al final tenéis la explicación de la postura.

De rodillas en la esterilla y con los codos entre las piernas, apoyo la frente en el suelo y comienza el drenaje. El contacto con el suelo abre las puertas de mi mente y los pensamientos se van vertiendo, como vaso derramado en el suelo, hacia abajo, muy abajo.

La sangre golpea las sienes y congestiona mi cerebro, aparece a un pitido, agudo pitido en mis oídos, sonido de la actividad, resumen del día. Lo dejo estar.

Mi atención ahora está en la respiración, escucho el aire recorriendo los recovecos de mi cuerpo, el abdomen presiona los muslos y eleva ligeramente mi pecho. Y poco a poco, muy poco a poco, paso a inspirar de forma casi fluida, sin apenas intermitencias, para espirar después y saborear la pausa.

Mi mente se va apaciguando, nunca lo suficiente, junto con mi cuerpo y la respiración.

Elevo mi tronco, cierro los ojos, aprecio el ambiente.

Postura del feto

A continuación la explicación de la postura extraída del libro «Yoga de la Energía»

De rodillas, con ellas juntas, los dedos de los pies estirados, los dedos pulgares de los pies juntos, los talones separados, sentados sobre los talones.

Flexionar el busto hacia delante poniendo los antebrazos en el suelo, los codos unidos contra las rodillas, las palmas de las manos vueltas hacia arriba.

Relajar el cuello para dejar caer la cabeza naturalmente. Ninguna exigencia. Aceptarse en esta posición.

Con los párpados entornados, dirigir sin esfuerzo la atención y después la mirada hacia lo alto de la frente.

Mantener la postura tanto tiempo como sea necesario para asistir a una relajación de los mismos, a un relajamiento de todo el cuerpo, a una disminución de la respiración, a una estabilización de los pensamientos.

Todo el ser funciona al ralentí.

Notas:

1º Esta postura se practicará obligatoriamente al comienzo de cada lección. Es indispensable, en efecto, para obtener los resultados esperados, que la continuación de la lección se realice en ese estado de relajación y calma profundas.

2ª La postura del feto puede practicarse con los dedos de los pies “metidos” (vueltos hacia la parte de delante de la pierna. (Fig. 2)

Esta fórmula, más penosa para los pies sensibles, tiene también el inconveniente de provocar un flujo de sangre más violento a la cabeza. Por contra, provoca una relajación más rápida de los hombros; la postura con los “dedos estirados” actúa a la inversa, más rápidamente sobre la musculatura de la pelvis y de las lumbares.

Elegir una u otra de estas fórmulas según las aptitudes.

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