CD – A estrés constante

Así es como funcionamos muchos de nosotros, nos vamos complicando la existencia hasta llegar al máximo nivel de tensión que podemos soportar. Hasta que no tenemos la dosis exacta de adrenalina en la sangre, no paramos. Cuando la dosis baja, nos entra «el mono» y buscamos ávidamente más complicaciones.

Este máximo nivel de tensión que podemos soportar, en realidad no lo toleramos y acabamos en el masajista, osteópata, etc… en el mejor de los casos.

Me decía Amaia que por estas tierras, la persona que «no llega» y está todo el día corriendo de un sitio para otro, con la gente detrás preguntándole cosas y requiriendo su presencia, está bien vista, se le considera una persona «importante». Con este modelo socialmente aceptado trabajando en el subconsciente, solo es posible acabar de esta manera y es por eso que llegamos hasta donde llegamos,…, hasta el masajista.

Lo peor de todo es que cuánto más necesitamos parar es cuánto más nos cuesta hacerlo. Primero porque ni tan siquiera somos consciente de la necesidad. Mientras el cuerpo aguanta, vamos tirando millas centrados en lo nuestro y viviendo el día a día de forma intensa. Ahora bien, cuando ya empezamos a pagar las consecuencias y nos empieza a doler en alguna parte, empezamos a hacernos preguntas y llegamos a las primeras conclusiones: la pantalla del ordenador está muy alta o muy baja, me ha cogido una corriente, tengo que hacer deporte, etc…

Entre el norte y el sur

El yoga no tiene la varita mágica y al principio actuará como un remedio paliativo. Con continuidad y una práctica progresiva se pueden obtener resultados más profundos, hasta poder finalmente llegar al origen de la situación.

Dicen que en los países del Norte (muy al norte), está mal visto salir tarde del trabajo, con lo que supongo que vivirán más tranquilos. En los países del Sur, donde no se toman las cosas tan en serio, tampoco parece que les vaya mal en este sentido. Entre el norte y sur nos quedaremos en el punto medio y pondremos un huevo talla X, ni muy grande ni muy pequeño.

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