LOTO 4 – Práctica – Brazos en cruz
Mi profesor de PNL decía que es imposible sentirse mal con los brazos en cruz, palmas de las manos vueltas hacia el cielo y la mirada también hacia el cielo. La correlación entre el gesto físico y la actitud mental se revela de gran importancia también en la psicología, sin hablar para nada de los chakras.
El punto central de la cruz que formamos con los brazos nos señala la posición del chakra corazón.
Es el chakra del medio, en el se unen el cielo y la tierra en nuestro crecimiento vertical y lo individual con lo colectivo en nuestro crecimiento horizontal.
En esta sencilla práctica, aprovecharemos el simbolismo de la cruz y unos sencillos movimientos para sentir esta unión tierra-cielo, individuo-sociedad a través del chakra del corazón, el del amor.
De pies con las pies paralelos separados a la altura de las caderas.
Colocamos los brazos en cruz con la mirada y las palmas de las manos hacia el frente. Llevamos nuestra atención al pecho, a la altura del corazón, focalizando una zona amplia alrededor del esternon.
Respiramos varias veces notando el movimiento de nuestro pecho, expansión-relajación. En el momento de la inspiración levantamos la cabez y las palmas hacia el cielo, juntando los omóplatos, notando la apertura pectoral.
Acogemos la energía sutil que desciende por nuestra cabeza.
En el momento de exhalar, giramos cabeza y palmas de las manos hacia el frente, proyectando la energía hacia adelante.
En la siguiente inspiración bajamos la cabeza y las palmas de las manos hacia la tierra, acogiendo la energía telúrica que asciende por nuestro cuerpo.
En el momento de exhalar, giramos cabeza y palmas de las manos hacia el frente, proyectando la energía hacia adelante.
Realizar varias veces el ciclo completo. Cuando lo deseemos, bajamos los brazos, acercamos las piernas y en la posición de pie, observamos el ambiente.
Tierra-cielo, individuo-sociedad, y nosotros canalizando esta energía. ¡Vaya privilegio!
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