PR – 01 – ¿Qué es el Placer de la Respiración?
Este es el primer episodio (2º post) de la mini-serie PR – El Placer de la Respiración. Esta sección la hemos organizado en forma de preguntas, hoy le toca el turno a la pregunta ¿Qué?
Como os comenté en el anterior post, vamos a lanzar los episodios por varios medios simultáneamente: una serie de podcast en Anchor de Spotify, los post que publicaremos aquí y el canal de Youtube.
Justo abajo podéis encontrar el reproductor para escuchar este mismo episodio en formato podcast. Al final del post tenéis el vídeo hablado.
¿Qué es el placer de la respiración?
La respuesta es bien sencilla, se trata de apreciar la sensación placentera que nos produce la respiración.
Porque la respiración, como las demás funciones esenciales para nuestro organismo, como son el comer, beber, evacuar, sexo, las caricias, … nos procura placer. Pero muchas veces nos cuesta sentirlo y por lo tanto disfrutarlo plenamente.
Para conseguirlo, vamos a poner un poco de intención en ello.
Todos tenemos ejemplos de lo que es disfrutar de una comida y también de lo que es comer sin saborear los alimentos, con la cabeza en otra parte, sin ni siquiera darnos cuenta de lo que estemos ingiriendo.
Podríais pensar que las comidas placenteras son aquellas especiales, en las que los platos nos agradan, en las que comemos cosas caras o sofisticadas. Pero no solo es eso. El que una comida sea placentera no depende solamente de los ingredientes, depende también de factores emocionales y de nuestra actitud hacia el hecho de comer. El entorno, la compañía, la tranquilidad del momento,…, todas ellas son también importantes.
De la misma forma nos ocurre con la respiración. El placer que nos procura el respirar suele quedar enmascarado por factores emocionales y nuestra actitud ante el hecho de respirar. No nos paramos a saborearla, no queremos fijarnos en ella ni siquiera un ratito al día. ¡Y mira que tenemos ocasiones!
La respiración la mayor parte del tiempo es un acto involuntario, está controlado por el sistema nervioso para conseguir una correcta regulación del intercambio gaseoso en los pulmones. La respiración también puede ser un acto voluntario, ya que es posible actuar sobre ella en busca de efectos particulares.
Llamamos respiración natural o habitual, a la respiración sobre la que no influimos de forma voluntaria. Esta respiración habitual la mayor parte del tiempo es inconsciente. No nos paramos a ver cómo estamos respirando, no hace falta ¿para qué? Nuestro sistema autónomo ya sabe lo que es bueno para nuestro organismo y regula nuestro patrón respiratorio de la forma más adecuada. Es lógico pensar que lo hace bien.
Hacer la respiración consciente nos da mucha información de cómo estamos, pero no vamos a entrar en ello en esta serie de podcast. Quizás en un futuro.
La respiración además de consciente puede ser voluntaria. Por ejemplo, somos conscientes cuándo suspiramos y bostezamos. Y además suspirar y bostezar pueden ser actos voluntarios.
Os invito a hacer dos largos y sonoros suspiros voluntariamente y sentir la placentera sensación de liberación que nos proporcionan.
(suspiro 1) Sentir la sonora sensación placentera de la espiración y de cómo los pulmones se vuelven a llenar sin que nosotros hagamos nada.
Suspirad nuevamente (suspiro 2)
Sentimos el movimiento del pecho, del abdomen, cómo se agrandan y se relajan. También sentimos la vibración del sonido que emitimos y como se expande del pecho, por la boca, al exterior.
El placer de respirar.
En esos momentos de placer respiratorio no hay auto-crítica, ni interferencia mental, tan solo una experiencia que involucra a todos nuestros sentidos y todo nuestro cuerpo, que nos calma mental y emocionalmente durante un momento prolongado sin duración definida.
Repetidlo si queréis alguna vez más, pero no abuséis de ello.
Hemos llegado al final de este capítulo. Vamos a resumir lo que hemos hablado.
- El respirar, como todo lo necesario para el organismo, es placentero.
- No disfrutamos de nuestra respiración porque no nos paramos a sentirla.
- La respiración natural la mayor parte de tiempo es involuntaria e inconsciente.
- El hacerla consciente nos da información sobre nosotros mismos.
- Al hacerla voluntaria buscamos efectos particulares
- Si lo hacemos solo unas pocas veces, suspirar y bostezar nos liberan.
Y esto es todo. Hasta el próximo capítulo.
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